En viaje hacia el pasado, vemos como eran las estufas de antes, eran a leña y estaban casi siempre encendidas en invierno, se hervía agua para tomar mate, se secaba ropa, se cocinaba. Ojo, solo debía ser leña seca y no de la verde, sino quedaba una humareda insoportable.
Antes, como sabemos, no habían teléfonos como los de ahora, ni todos podían tener uno, era caro. Entonces, siempre había un vecino que lo prestaba. Había que girar un disco con números y esperar mucho a que te contestaran.
Colaboración: Familia de Fernanda Figueroa del 7ºB


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